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- Luis Peña
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La integración adecuada de baterías en sistemas fotovoltaicos es esencial para garantizar una operación eficiente y prolongar la vida útil del sistema. Sin embargo, la práctica de mezclar baterías de diferentes capacidades puede acarrear múltiples problemas técnicos y operativos. Por ejemplo, una batería con menor capacidad tiende a cargarse más rápidamente que una de mayor capacidad. Esta discrepancia puede resultar en que la batería de menor capacidad se sobre-descargue mientras que la más grande aún retiene carga.
Además, se pueden presentar desbalances de voltaje entre las baterías. Si una batería tiene un estado de carga (SoC) del 80% y otra del 50%, las diferencias de voltaje podrían generar corrientes no deseadas entre ellas. Esta situación no solo reduce la eficiencia global del sistema, sino que también puede complicar las tareas de monitoreo y gestión. Así, un banco de baterías heterogéneo podría no solo subutilizar la capacidad disponible, sino también comprometer la integridad de las baterías y del sistema en general. Por lo tanto, es vital comprender la importancia de una configuración coherente de baterías en instalaciones fotovoltaicas para asegurar un rendimiento óptimo, especialmente baterías monoblock de plomo ácido, también llamadas de ciclo profundo Inundadas, GEL o AGM.
Mezclar baterías de plomo de ácido de diferentes capacidades en un sistema fotovoltaico puede llevar a problemas operativos, de eficiencia y de vida útil. Aquí hay algunas razones:
Desbalance de carga y descarga: Las baterías con diferentes capacidades se cargarán y descargarán a diferentes tasas. La batería con menor capacidad se cargará más rápido y también se descargará antes que la de mayor capacidad. Esto puede provocar que una batería se sobre-descargue mientras que otra todavía tiene carga, lo que puede dañar la batería que se descarga en exceso.
Desgaste desigual: La batería de menor capacidad tiende a experimentar más ciclos de carga y descarga en comparación con una batería de mayor capacidad. Esto lleva a un desgaste desigual, reduciendo potencialmente la vida útil de la batería más pequeña.
Desbalance de voltaje: Las baterías con diferentes capacidades y estados de carga pueden tener diferencias de voltaje. Estas diferencias pueden resultar en corrientes no deseadas entre las baterías, lo que puede causar calentamiento y pérdida de eficiencia.
Complicación en el monitoreo: Monitorear y gestionar baterías de diferentes capacidades puede ser más complejo que manejar un banco uniforme. Las desviaciones en el estado de carga, voltaje o salud de la batería pueden complicar las decisiones de gestión del sistema.
Reducción de la eficiencia global: El sistema podría no aprovechar la capacidad total de las baterías, ya que las diferencias en su comportamiento y estado de carga pueden resultar en una subutilización de parte de la capacidad disponible.
Riesgo de sobre-carga: Si el sistema de gestión de carga no está configurado adecuadamente, podría llevar a una sobre-carga de la batería de menor capacidad, lo que podría dañarla y reducir su vida útil.
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Gracias, buena presentación.
Excelente información tecnica, gracias por compartir y mantenernos ilustrados